Hacía mucho que no tenía oportunidad de quedar con Vanessa, una buena amiga, hasta que descubrió Dulce Salón y me llamó para encargarme una tarta para el cumpleaños de Gerardo, su marido. Y no dudamos ni un segundo, a un informático y amante de la electrónica había que hacerle una tarta Iphone.
La tarta tuvo su historia, porque a su suegro se le cayó y la pobre llegó un poco perjudicada a Gerardo. Fue una pena, pero aquí la traigo antes de su accidente.
Es un bizcocho genovés al aroma de vainilla y canela (un invento que me ha encantado), rellenos de ganaché de chocolate con leche y buttercream de nutella.
Guapísima, una pasada.
ResponderEliminar